ETA en socorro de Zapatero
03/04/2006   Lecturas: 9.270

Catilina

O, al menos a mi es lo que me parece.

El pasado día 21 de Marzo, se dio por aprobada en Comisión por el Congreso de los Diputados una modificación anticonstitucional del nuevo Estatuto de Autonomía para Cataluña con los votos a favor de los partidos nacionalistas de derechas y de la ultraizquierda española (socialistas y comunistas). Precisamente, al día siguiente la organización terrorista e independentista de extrema izquierda ETA anunciaba un alto el fuego con carácter permanente; términos cuyo alcance no acierto a comprender del todo, porque no imagino cuando puede finalizar lo permanente, ni el alto el fuego a qué actividades criminales se refiere (a los asesinatos masivos, a los selectivos, a los secuestros, a la extorsión, a los robos, a todas, a nada de lo anterior...)

Si algo me sorprendió es que los mismos terroristas anunciaran para el día siguiente un segundo comunicado ¿para qué dar otro comunicado horas más tarde teniendo la ocasión de decir lo que precisaran en ese momento? No lo comprendí entonces.

El día 30 de Marzo, comenzaba a las nueve de la mañana el pleno del Congreso de los Diputados en que se aprobaría el nuevo estatuto anticonstitucional para Cataluña: Hoy puede ser un gran día saludaba en catalán desde la tribuna el presidente socialista del Congreso, Marín, a la delegación de políticos catalanes desplazados para la ocasión, nada menos que medio centenar, lo que no deja duda del enorme interés que aquella jornada tenía para ellos. Sin embargo, para los grandes periódicos catalanes, los diarios nacionales ABC y El País –órgano oficial de prensa del Partido Socialista Obrero Español- y una mayoría de medios de radio y televisión, el evento no existía. El propio presidente del Gobierno y muchos de sus ministros no acudieron al acto. Estaba clara la intención socialista y de su entorno mediático de quitar toda la trascendencia posible al acto anticonstitucional.

Era para verse la cara de monseñora, la vicepresidenta del Gobierno, defendiendo el estatuto que aquí hemos llamado de Zapatero-Maragall-Polanco, pero que, al final, se ha quedado simplemente en el Estatuto de ZP o, lo que es lo mismo, el estatuto de Zapatero y Polanco.

¿Quién jodió España?? Preguntaba esa misma mañana el director de El Mundo, parafraseando a Mario Vargas Llosa. Pues ya lo sabemos: ZP, insisto, Zapatero y Polanco. Siglas para la Historia –con mayúsculas- que tratan de ocultar, sin conseguirlo, al partido socialista, verdadero protagonista y responsable histórico de lo que nos venga a partir de ahora. Y recuerden la fecha 30 de Marzo de 2006; desde hoy, San Crispín del País.

Y si era de ver la cara de la vicepresidenta, la del vicepresidente del gobierno socialista en tiempos de Felipe González fue todo un monumento, un ninot que convertía en pavesas lo que quedaba de la carrera política de toda una generación en fracaso: no es que ardiera el hermano de Mienmano, es que allí se quemaban todos, desde Peces Barba a Leguina, de Borrell a Marín, de Tierno Galván a la Trujillo. Esa misma noche, el autor cobarde del inconstitucional estatuto, el que no lo supo defender en la sede de la democracia, se largaba una perora sin contestación –cómo no- en Telecinco Televisión. Cuando le preguntaron por el líder de ETA Otegui -a punto de ser encarcelado- le definió como un líder de la izquierda aberzale que había establecido un discurso de paz. Pocas horas después, otro líder de la izquierda aberzale declaraba su satisfacción por haber echado abajo la transición, el período que tanto crédito nos hizo ganar en el Mundo y por el que pasamos pacíficamente de una dictadura a una democracia civilizada y occidental.

Recuerden, 30 de marzo de 2006.

El estatuto Zapatero y Polanco deja abierta la puerta para que la Euskalherría de la ETA, el PNV y el PSOE pueda ser una nación como ya reconoce a Cataluña. Para agradecérselo, la ETA ha mantenido a los españoles despistados entre el 22 y el 30 de Marzo, con la atención puesta en unas palabras con las que no se comprometen a nada y que exigen lo que siempre exigió ETA.

En el último acto ilegal de Herri Batasuna, su líder Otegui se lo había pidió a ETA muy claramente: Cuidadme a Zapatero. La frase ya es Historia.