Bienvenido Sr. Zapatero
19/04/2004   Lecturas: 11.363

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1. Bienvenido Sr. Zapatero

Tras el debate de investidura, José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido, por los votos de la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados de España, Presidente del Gobierno de la nación y, más tarde, sancionado por su majestad el rey, al que al día siguiente presentaba su gobierno.

De manera que es el momento ahora de felicitarle desde aquí, puesto que su elección se deriva de un acto legal y democrático. A partir de ahora deberá gobernarnos a todos los españoles, por tanto es sólito desearle la mayor suerte posible, toda vez que un buen gobierno por su parte redundará en beneficio de todos, electores suyos o no.

Aquí hemos sido muy críticos con su acceso al gobierno, que hemos considerado siempre legal pero ilegítimo a la luz de los acontecimientos previos a las elecciones. A partir de ahora comienza una nueva etapa en la que solo cabe desearle acierto, y
es sobre la que deberemos hacer nuestras consideraciones sin dejarnos determinar negativamente por acontecimientos previos.

A todo nuevo presidente se le conceden cien días de crédito para que pueda tomar sus primeras decisiones de gobierno y justo es que el quinto presidente de la democracia los disfrute.

Esperamos que tenga acierto. Suerte.


2. Hasta pronto Sr. Acebes

Unos llegan al poder y otros deben abandonarlo. Es el caso del ya ex ministro Acebes. Para mi, uno de los mejores que ha dado esta nación en mucho tiempo. Buen perfil como político, como gestor y, al final, como dirigente máximo de varios ministerios.

Al hacerse con la cartera de Justicia su gestión fue poco a poco logrando borrar la mácula de politización y conflictividad continua de la judicatura española. Tras su ministerio creo que ha ganado sustancialmente confianza en el ciudadano español.

Después, si era difícil hacer olvidar en el Ministerio de Interior a Mayor Oreja, y Rajoy lo consiguió aún siguiendo su filosofía, Acebes nos ha hecho olvidar a ambos con una gestión de clara lucha frente al terrorismo de ETA, aún granjeándose la animadversión de los que recogían las nueces cuando los terroristas agitaban el árbol.

Su calidad humana y política, su sinceridad e integridad la pudimos apreciar todos los españoles tras el golpe mediático inferido a la democracia por los medios de comunicación de Jesús de Polanco (principalmente la cadena SER, que ha retirado de la Red los archivos sonoros de su vergonzosa programación de los días 11-M a 14-M, y del diario El País) y los partidos de izquierda, en general.

Como todos pudimos comprobar días más tarde, Acebes fue dando íntegramente toda la información que a él le hacían llegar desde la policía y los servicios de ¿Inteligencia?

Sus declaraciones dejan claro quien es: había que contar la verdad. Hicimos lo que teníamos que hacer sin pensar en las consecuencias que podía tener en las elecciones.

Es claro que, más pronto que tarde, Acebes tendrá en esta nación un papel a la altura de su valía y su merecimiento. El Partido Popular no se puede permitir el lujo de prescindir de un activo así y España tampoco.

Hasta pronto, señor ministro.