La proa contra Madrid
11/05/2005   Lecturas: 11.106

Catilina

Y contra Valencia, y contra Galicia, y contra Murcia, y contra Cantabria, y contra Castilla y León... Contra todo aquel que no se avenga a sus delirios de fascistilla de provincias disfrazado de progre. Es ZP, Zapatero Presidente -¿de quien?- que preside una legislatura caracterizada por la mayoría más minoritaria de nuestra reciente historia democrática y por el vicio original de la sombra omnipresente de Ben Laden, que nos vigila a través de terroristas de Al Qaeda, infiltrados en nuestro sociedad hasta la militancia en el partido del Gobierno, el ZPSOE.

Demasiados frentes y demasiados enemigos para estar respaldado únicamente por la ultraizquierda, ciertos nacionalistas y el fiscal de ETA, Conde Pumpido, Cupido estúpido en funciones de mamporrero de los Comunistas del Terror Vasco a beneficio de Rodríguez El Oscuro. Y así vamos escribiendo nuestra mísera existencia diaria, a golpe de cesión y concesión a quienes le tienen cogido por donde más duele a ZP: la poltrona de la Moncloa.

Por supuesto que todo tipo de antiespañas (Umbral), nunca pudieron soñar con un aliado tan fuerte para sus intereses como este débil presidente de Gobierno, escasísimo de legitimidad y sufragios, que nos colocó Ben Laden en los Días de la Infamia de marzo de 2004. En el pecado lleva su penitencia.

Y como le sobra tiempo al día, después de poner el culo a 45º en dirección nor-noreste, vuelve la proa hacia Madrid y se queda mirando en derredor y ve ciego cómo aquí llevan fuera del poder 16 años, y que si no es por Gallardón no se comen una rosca. Porque lo de Simancas, Ruth Porta, Trinidad Jiménez y Matilde Fernández no deja de ser la Banda de los Cuatro de la demagogia, de alpargatilla y la contingencia política. La cumbre de lo que el ZPSOE puede dar de no tras haber arrinconado a quienes podían dar de sí.

Después mira hacia Valencia y el panorama le aterra, porque sabe que la alianza con la extrema izquierda nacionalista catalana es pan para hoy y hambre para mañana. Y viendo la evolución en estos años del eje Valencia–Madrid, esto es, puerto mediterráneo-centro logístico de distribución nacional, rememora la época en que los socialistas jamás encontraban tiempo ni presupuesto para terminar una autovía que uniera las dos capitales tan próximas y comprende por qué.

Cree que estrangulando artificialmente a las comunidades que no le pertenecen puede llegar a conseguirlas, pero más bien es al contrario: solamente se gana su inquina. No olvidemos lo que hoy en día es el ZPSOE: un partido que no deja de representar a las clases abecedetas, incapaz de convencer con su logorrea lastimosa de principios del siglo XX, a quien le dé por pensar más allá de quince segundos. En palabras de ellos mismos es el partido de los burgos podridos, el partido del sanjurjismo africanista en política exterior; y en el interior, una especie de extrema izquierda logrera y tercermundista con ramalazos del más rancio autoritarismo franquista ¿Qué es, si no, eso de paz, derechos y ciudadanía?

Catorce meses después de su llegada al poder, el zetapismo apenas se sostiene en pie, y necesita crearse enemigos ficticios que refuercen en el empeño a sus ignorantes bases. Cualquier circunstancia se les hace propicia para movilizar a la turba de camisas pardas -indignados les llama ZP-. Hasta los homicidios del Hospital Severo Ochoa son aprovechados por sus squadre de sempre pronti para desestabilizar al gobierno de la Comunidad de Madrid. En Cataluña, los scamots de Rovira no les van a la zaga, en la creación de violencia callejera puntualmente provocada contra el adversario político. Frentismo antidemocrático puro y duro soportado teórica y mendazmente por la prensa falangista de Don Jesús el de la finca.