Y el PSOE dijo No
27/06/2005   Lecturas: 10.015

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En el Parlamento, cuando Zaplana, como portavoz del Partido Popular, propuso el rechazo de la Cámara al comunicado en el que ETA proponía dejar de atentar contra políticos, el PSOE al frente, y qué sé yo cuantos miserables más tras ellos se opusieron, que es lo mismo que decir sí a la banda. Sí a que mate al resto de ciudadanos en tanto que a estos felones con corbata les regala su precaria existencia mientras sigan haciendo el juego al terror. Justo hasta ahí.

Aducía un abyecto Rubalcaba que el Parlamento español no está para contestar los comunicados de los terroristas y, en general, esto es así. Pero sí ha habido un momento en la historia de esta marranalla de asesinos en que el Parlamento de España, en su conjunto, debería haberles hecho frente unánimemente y haberles dicho claro e institucionalmente que para recibir las balas antes que el Pueblo están sus representantes; si ha habido un momento, ha sido éste precisamente. Pero esta es la cochambre que nos representa, se callan y aducen cualquier excusa para no dar el paso adelante que cualquiera esperaría de la dignidad de su cargo, ya no de la propia.

Ya habrá momentos para que estos zafios representantes, para que estos villanos, encuentren su Perpiñán en que discretamente, como dicen ellos -en secreto lo llamamos el pueblo llano- se rebajen a tratar con los asesinos, a pactar con ellos y a rogarles que no solamente perdonen a políticos sino a ciudadanos selectos, que siquiera les han pedido ese privilegio porque están éticamente a años luz de tanta miseria y de tanta caca.

Y se me vienen a la cabeza la infinita dignidad de Besteiro, y la hombría de bien de Morán, o la coherencia de Alonso Puerta, la valentía de Cristina Alberdi y la claridad de ideas de Felipe González -con todos los errores que se quieran-, la integridad de Asunción, la veracidad de Gotzone Mora, Redondo Terreros y Rosa Díez, y qué se yo cuantos más militantes del PSOE de siempre que, sin ser conocidos por todos nosotros, sin estar en la primera línea de la política nacional, tal vez en una segunda de la vasca, han sobrellevado sobre sus hombros la pesada carga de su coherencia y su constancia, aún a riesgo de la propia vida o de la de sus familiares. Y confieso que se me cae el alma al suelo de la decepción al ver, frente a esto, tanta rendición, tanta falta de gallardía, de coraje, tanta táctica mezquina y tan poca estrategia política de calado, con miras más allá de la escasa nariz de Pepino Blanco.

Algo ha cambiado en el País vasco, voceaba continuamente Blanco haciéndole la labor sucia a ZP, bien cubierto por la artillería pesada de los medios de PRISA. Para más tarde rematar que ETA había declarado una tregua tácita porque llevaba dos años sin matar. Primero, por la misma ETA, supimos lo bien que le había sentado que el ZPSOE destrozara en el Debate de la Nación el Pacto Antiterrorista; después, por sus voceros mediáticos, hemos comprobado todo lo que ha cambiado el País Vasco de Blanco; El País Blanco deberíamos llamarlo, como si fuera de un cuento, del cuento que nos contó Blanco por encargo de La Sombra de un Presidente. Justamente con el mismo artificio con el que la ilegalizada Batasuna aprobó en el Parlamento Vasco el Plan Ibarreche en Diciembre, coloca ahora a Ibarreche de Lehendakari el Partido Comunista del Terror Vasco; Gracias, Fiscal General de ZP, Conde Pumpido, ya te has cubierto de mierda para la Historia.

¿Y Pachi López? ¿Dónde anda Pachi López? Pues donde era lógico que quedara: con el culo al aire y haciendo reír hasta desternillarse al Movimiento Vasco de Liberación Nacional –la resistencia, en palabras de Telecinco-. Vamos, que ha quedado como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando. Eso si, cacareando en Batasuno. Como ZP.